miércoles, mayo 24, 2006

Y tú, ¿que esperas?


- ¿Cuando crees que llegará?
- No lo sé nena. Seguiremos esperando.

La Greis

viernes, mayo 19, 2006

Vámonos a la discooooo

¡Venga chicos! Un empujoncito más y ya estamos de fin de semana. Y luego lunes, y luego martes, y luego miercoles... Aaaaayyyy que previsible es el tiempo. Estamos dando vueltas siempre a lo mismo. Como en los cuentos, cuando el protagonista se pierde en un bosque y pasa al lado de la misma piedra 100 veces hasta que se da cuenta de que está andando en circulos.

Pero bueno, quedemosno con lo bueno, y seamos felices en la inconsciencia.


Así es, queda el viernes y luego sábado. ¿Y que hacemos un sábado? Pues consumir como posesos, porque nos da la impresión de que es el único dia que podemos ir a las tiendas, a pesar de que nos rascamos la figa toda la tarde en el sofa, viendo horteradas en la tele.


Pero esta vez, no quiero hablar del consumismo. Sino de la inocencia.


La inocencia que me rodea todos los sábados a las 6 de la tarde en el metro. Las portadoras de esa inocencia son las chiquillas de 15 años, que me van con la botella de CocaCola llena de calimocho.


No teniendo suficiente con compartir sus fluidos bebiendo a morro, les encanta hacerse las borrachas, por lo menos más de lo que están. Cuando son más de tres, se ponen una en cada punta del vagón y se gritan unas a otras.

Pero la botella de CocaCola no es el único requisito para ser una cañera madrileña de nuestro tiempo. La moda tiene que ir con ella sin duda; empezaré por abajo:
  • Zapatos de chúpame la punta, de color negro o rosa furcia. Cuanto más les estruja los dedos de los pies, mas glamourosas.
  • Pantalón blanco, ajustado, de campana, a poder ser con los bajos susios y rotos; o miniminifalda de picos (sospecho que la minifalda sean los propios pantalones, que de tanto machacarse los bajos con los tacones, se ha quedao en ese cachillo de tela).
  • Camisetilla de tirantes, de color rosa o parecido, enseñando bien la pechuga.
  • Collar de perlas falsas, gordas de plástico (aunque esto solo es una moda pasajera, un dia de estos se sustituirá por una morcilla porque será de lo más IN).
  • Pasemos del maquillaje, no me atrevo a comentarlo.
  • Y por fin. Lo que más me gusta. ¡El pelo! Ese peinado no peinado. Hace un tiempo se puso de moda el despeinado. Una cola mal hecha. Esto ya sobrepasa todo lo que me pueda imaginar.
Así mirandolo todo junto, intento introducirme en sus mentes. Los pantalones rotos con el despeinado, tiene un claro efecto en ellas. Creo que piensan que como no se peinan y no se cosen los bajos son de lo menos pijo que hay.

¡¡Son unas pasotas, osea te lo juro!!


No quiero para nada burlarme de ellas. Y para demostrarlo voy a reproducir una conversación típica, que destroza el mito de que son unos culos prietos preocupados por el buen gusto, como el ciudadano medio piensa del típico pijo.

- Jodeeer tiaaaaaa. (es importante alargar los finales de frase)
- Que te pasaaa tiaaaa.
- Naaaaa, que el Charly no me ha llamadooo.
- Pero si te llama siempreeee.
- Yaaaa. Pero es que mi padre me castigó sin movil durante dos horas. Y como no le daba toques, el tio se ha enfadaooo.
- Bueno tiaaa. ¿Sabes lo que te digooo? Que le mandes a tomar por culo, y que le chupe la poya otraaaa.
- Pues si tiaaa. Estoy hasta el coñoooo. Se enfada por unas gilipolleces...
- La próxima vez que se la chupes se la muerdes.

Míralas que monas ellas. Tan jovencitas y virginales. Con su botellita de CocaCola, que comparten como buenas niñas.


La Greis

lunes, mayo 15, 2006

Crónicas de unos vecinos

Este ordenador me está sorbiendo los sesos. Menos mal que aquí al lado la luz entra por la ventana, y tras ella, la cotillería.

Así es. ¿Para que se abren las persianas? Cualquiera diria, para que entre la luz.
Pero yo no comparto esa opinion en estos momentos. Así visualizando la fachada del edificio del frente, viendo todas esas bragas, pantalones, camisetas y calzoncillos colgados; puedo ver más allá de la simple iluminación de mi cuarto.

Veo un señor viendo en la tele una tvmovie . Es algo sorprendente descubrir que los hombres tambien ven esa basura. Si es que para lo malo somos todos iguales.

Un piso mas arriba un gato negro se pasea por la barandilla del balcón. La verdad es que no es un hecho muy preocupante, pues hace unos dias vi un gato pardo, cuatro pisos mas arriba caerse, y lo sorprendente es que no se hizo nada, a pesar de que chocó antes, con un arbol, una silla que estaba colgada de ese arbol, unas tejas y por fin el suelo. A la dueña del gato en esos momentos tampoco le dio ni frio ni calor el suceso, se ve que es un animal propenso a suicidarse.

En el piso de al lado del gato negro, vive una pareja encantadora que tienen la nevera y un armario fuera, esto no impide que quepa tambien la parabólica. En estos momentos en el balcón de los nudistas, a pesar de tener poco espacio, mientras uno sale desnudo a por unos calzoncillos que estan en el tendedero, la otra en bragas y sujetador coge un brick de leche del frigo. Es sorprendente la de veces que hacen esto mismo al dia. Les encanta salir al balcón como dios les trajo al mundo a por cosas, se ve que imprescindibles, y que no podrian recogerlas de otra manera.

Desde luego estos últimos son mis preferidos de todo el bloque de enfrente.

Yo intento comprenderles. Puesto que tienen una piscina totalmente inutilizada, y que no sé a que esperan a ponerla en funcionamiento. Es comprensible que muertos de calor se lancen a la terraza en bolas buscando un poco de frescor tras abrir la puerta de frigorífico. Cada uno tiene sus métodos...

La Greis

jueves, mayo 11, 2006

Alicia en el país de las maravillas

Crecer, crecer, crecer. NOOO. Basta.

No más botes misteriosos. No más trozos de pastel. No más setas mágicas.

Riño con el tiempo, y no quiero saber más de él. Que me castigue, que me tenga bebiendo té por los siglos de los siglos. Me da igual.


Seré como el gato de Chesire, no perderé la sonrisa socarrona. Y desapareceré cuando me apetezca. Desaparezco para el mundo, no quiero saber nada de nadie y mucho menos del tiempo. Permaneceré intacta en mi invisibilidad. Nadie podrá cortarme la cabeza.

Ya soy lo suficientemente mayor para saber que no quiero crecer más.
Y cuando la oruga me pregunte "¿quien eres tu?" le diré:

SOY YO.

La Greis

lunes, mayo 08, 2006

Bodegón de violencia muerta

Bien. Creo que ya es hora de entrar en materia. Pondría textos super elocuentes sobre el cutrerismo, pero, además de que no me da la gana escribir porque me da pereza (mira tu, soy asi de cutre), he decido que ya es hora de mostrar mis cosas. No es que esté muy orgullosa de ellas, pero tras ver, que con tan poca vida de este blog, hay algun que otro comentario, me vendrá bien que me pongais un poco verde, o que me alaveis por mi cutrería.

Las siguientes fotos son de hace meses, cuando curré en Tele5. Esto tampoco es algo que me enorgullezca, pero oye, no hay que hacerle ascos al pasado.

Pues delante de esta sede infernal de telebasura, se encuentra un cuartel de artilleria, el cual siempre que pasaba me daban ganas de echarle un par de flashazos sin flash.

Una de las entradas, o salidas, segun se mire, de Telecinco. Siempre me he preguntado si es la entrada esa en la que se veia entrar los coches de Gran Hermano cuando expulsaban a la gente y tenian que ir al plató. Pero como no lo veo desde el primer GH, y mi memoria es escasa, pos me quedo con las ganas de saberlo.




Y hasta aquí el cuartel, solo la salida claro.
Creo que esos guardias tan majos que salieron de dentro en mi busca no me hubiera dejado hacer fotos dentro. Por mi parte ya tuve suficiente con que me hicieran borrar unas cuentas fotos en las que salían las cámaras de seguridad. Jejeje, que temeraria soy.
Anda, que si me hubiera dao por correr, no me hubieran cogido no, se lo tomaron con calma para llegar hasta mi. Porque soy buena ciudadana que sino...

La Greis